Enero

El mes se acaba. Y parece que empezó ayer. Ya han pasado 31 días de 2011. Da un poco de vértigo verlo de esta manera, pero no quiero echar la vista atrás sin sonreír. Este mes ha estado lleno de buenos momentos... y no tan buenos.
Pero me siento bien, porque uno de los propósitos que tenía para este año, lo estoy cumpliendo: CORRER. quién me lo iba a decir. La fan número uno del sofá, la niña gordita y patosa, la que no jugaba bien ni a las canicas, corriendo. ¿Pero qué estoy diciendo? ¿A quién estoy intentando engañar? No es verdad. Si miro a mis años de colegio, vale que no era una súper atleta, pero estuve un par de años en el equipo de baloncesto y uno en el de voley-ball. Y siempre se me dio bien nadar. Y acabé sacando sobresalientes en educación física. Bien es cierto que durante la universidad mi ejercicio se redujo exclusivamente a salir de juerga, pero no importa.
Ahora me siento bien conmigo misma. Corro y eso me hace sentir bien.
Y hoy tengo algo más que celebrar: ¡40 minutos en la cinta sin parar!
He hecho dos series de 17 minutos aproximadamente, y el resto un par de minutos para calentar y enfriar, con gran inclinación.
Ahora sé que lo que me propongo lo puedo conseguir.
Sin contar además, que he descubierto que me gusta correr. Es una sensación de libertad, de poder, de fuerza de voluntad, de cansancio.
Y ahora a por más.

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